Vender un inmueble es ofrecer un buen negocio, esto porque los colombianos no están viendo como buena idea la compra de vivienda, por ejemplo. Según la Encuesta de Opinión del Consumidor del mes de agosto (elaborada por Fedesarrollo), la intención de compra cayó 2,3 puntos porcentuales frente a julio en el país.

Tenga en cuenta que la lista de requisitos varía según el tipo de inmueble, pero los esenciales que debe alistar para vender son: el pago del impuesto predial del año en curso al negocio; paz y salvo de las cuotas de administración; certificado de tradición y libertad; boletín de nomenclatura; carta de aprobación del crédito; permiso de venta (en caso de que sea la primera vez); constancia de elegibilidad si la vivienda es catalogada como de interés social; el certificado de deuda cuando el proceso se trata de hipoteca; y las escrituras.

Como vendedor también debe asumir impuestos, como el de “ganancias ocasionales en la venta de inmuebles”, del 10 % sobre el costo (artículo 300 del estatuto tributario), este se genera cuando el dueño lo ha tenido por más de dos años. No olvide que también debe pagar el impuesto a la renta (artículo 241 del mismo estatuto). Y la retención en la fuente del 1 %, sobre el valor de la venta, que dispone el Decreto 1625 de 2016.

Federico Estrada, gerente de la Lonja de Medellín (que agremia a las inmobiliarias de la ciudad) recuerda que se necesita paciencia: “en la ciudad el promedio de un proceso está entre tres y cinco meses, debido a que se necesita claridad en las obligaciones que tienen tanto vendedores, como compradores”.

Otras recomendaciones
Para establecer el precio final del inmueble “hay que tener en cuenta aspectos como los fenómenos que lo han valorizado: puentes, vías, centros comerciales, entre otros”, dice Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional.

Además, hacer un barrido para averiguar el precio promedio del metro cuadrado de la zona es vital. Aunque también es recomendable contratar a un perito que fije el valor.

Para ello, el perito tendrá en cuenta aspectos como: tipo de uso de la propiedad, en qué año fue construida, cuál es el área, en qué piso queda y cuántos baños tiene. También usa condicionantes como el tipo de edificio, vías de acceso, ascensores, puntos de conexión para teléfonos y servicios de Internet.

Aquí vale mencionar que el costo de ese servicio, así como el de trámites como certificados de libertad y paz y salvo, pueden negociarse para que algunos sean asumidos por el vendedor, y otros por el comprador.

De otro lado, “hay que tener en cuenta que para los inmuebles que tienen varios años de construcción se recomienda hacer adecuación y refuerzo de infraestructura, porque ante el auge de nuevas viviendas y oficinas, las estructuras más viejas pierden atractivo”, dice Alfonso Álvarez, director de la Asociación de Propietarios, Arrendatarios y Administradores de Propiedad Horizontal (Asurbe).

El experto recomienda que el plan se dé con la asesoría de un agente inmobiliario. Esto porque a través de esa figura se pueden asegurar procesos como establecer si el comprador tiene capacidad de endeudamiento.

“Además ofrece la oportunidad de que si los interesados han tenido paso por otras propiedades horizontales se consigan referencias de comportamiento; además garantizan que el dinero no provenga de actividades ilícitas”, añade Álvarez.

EN DEFINITIVA
Variables como el número de baños, la edad de la infraestructura, el estrato y las vías de acceso se deben tener en cuenta al momento de fijar los precios finales de venta.

Fuente:

El Colombiano

Sergio Rodríguez Sarmiento19 NOVIEMBRE, 2019/